La evaluación es el final de todo proceso de aprendizaje y determina si se han logrado los resultados marcados al inicio del curso eLearning. Al mismo tiempo son los que determinan si el alumno sabe aplicar los conocimientos adquiridos, por lo que no solo realizan una medición cuantitativa, sino que también valoran cualitativamente.
Por ello, y como parte del proceso eLearning, la evaluación merece mucha atención a la hora de establecer una estrategia teleformativa. Al mismo tiempo, estos sistemas también sirven para valorar la calidad de un curso en cuestión: ¿quedaron claros los contenidos? ¿La plataforma cuenta con las herramientas necesarias para plantearlos? ¿El enfoque elegido es el mejor para cumplir las metas?
Y, como cada acción formativa es distinta a otra, han de tener un sistema de evaluación eLearning propio y que se adapte a tu estrategia.
¿Qué hay que evaluar?
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de implantar un sistema de evaluación eLearning es tener muy claro qué se debe medir. Estos son los puntos que nunca deben olvidarse:
– Evaluación formativa. Sirve para juzgar si el alumno ha aprendido los contenidos que se le presentaban. Debe ser la base de todo sistema de evaluación eLearning ya que es precisamente la demanda del alumno: una formación que le asegure dominar unos conocimientos que antes no tenía.
– Evaluación pedagógica. Junto al qué se aprende también hay que tener en cuenta “cómo se aprende” La pedagogía que se aplique también debe medirse para comprobar si el alumno ha tenido alguna dificultad con el planteamiento del curso y ha entendido todo lo que se le ha ido exponiendo.
– Evaluación práctica. ¿Los alumnos son capaces de encontrar una aplicación práctica a sus conocimientos? Hay que recordar que más allá de la teoría, toda persona que afronta un proceso de aprendizaje, espera poder aplicarlo en su día a día.
Sistemas de evaluación eLearning
Serán los objetivos de tu estrategia eLearning los que determinen los sistemas de evaluación a aplicar en tus acciones formativas. Estos son varios de los que podrás aplicar y que te ayudarán a encontrar a las respuestas que exponíamos en el punto anterior:
– Test multirespuesta. Muy útiles a la hora de comprobar si el alumno tiene claros los conceptos del curso eLearning y que representan la base de todo su aprendizaje.
– Preguntas de desarrollo. Se plantea un tema relacionado con el curso eLearning y se pide al alumno que lo desarrolle argumentando algunos puntos. Otra fórmula de ver si ha interiorizado algunos conceptos y la esencia del contenido.
– Casos prácticos. Tal y como hemos dicho, todo aprendizaje teórico debe tener una aplicación práctica. Con estos casos se puede evaluar si el alumno no solo tiene claro los conceptos sino que sabe a la perfección cómo usarlos en su realidad.
– Contenidos gamificados. Aplicar metodologías lúdicas en el proceso de aprendizaje es una buena idea en tanto que el alumno se divierte al tiempo que interioriza conceptos. Estos contenidos se alejan de las evaluaciones más clásicas y proponen al alumno un sistema de evaluación parecido al de los videojuegos en donde se propone un reto que debe superar a través de sus conocimientos.
– Diario de clase. Incluye un apartado en el que los alumnos puedan ir indicando su experiencia durante las distintas jornadas del curso eLearning. Una buena fórmula para dar respuesta a la valoración pedagógica de tus acciones formativas.
– Debates. Al final de cada unidad podrás incluir foros de debate relacionados con el contenido de cada una de ellas. De esta forma los alumnos podrán dar su propia visión sobre lo que han aprendido. Aunque estos sistemas no suelen formar parte de la nota final del alumno, sí que pueden dar serias pistas sobre el rumbo que está tomando el curso.
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