En el desarrollo de contenidos eLearning es muy importante tener en cuenta el diseño instruccional para poder plantear una acción formativa que se adapte a lo que el alumno necesita de esta. Existen muchas fórmulas para aplicar esta planificación, una de ellas es el modelo Addie.
Sobre eso hablaremos hoy, sobre el modelo ADDIE de diseño instruccional, cuáles son sus fases y cómo puedes aplicarlo a tu estrategia eLearning. De esa manera, podrás desarrollar contenidos con los que adaptarte a lo que realmente necesitan tus alumnos y dándoles una perspectiva pedagógica.
¿Qué el modelo ADDIE y cuáles son sus fases?
La metodología ADDIE hace referencia a las fases de este modelo de diseño instruccional y que guiarán la creación de tu estrategia eLearning. Estas fases son Análisis, Diseño, Desarrollo e Implementación. Veamos en qué consiste cada una de ellas.
Análisis
Antes de empezar merece la pena recoger información sobre la audiencia a la que nos vamos a dirigir, es decir, a tus futuros alumnos. Deberás tener claro desde qué objetivos buscan conseguir con esta formación, y cuáles son los materiales que más valoran para conseguirlo.
De esta forma, sabremos el tipo de contenido que esperan y las herramientas de las que tendremos que proveernos para conseguirlo. ¿Será necesario contar con vídeos? ¿Habrá que incluir clases en directo? Son preguntas que deben quedar resueltas en esta fase.
Diseño
Una vez sabemos qué esperan conseguir los alumnos con tu formación, y qué herramientas vas a necesitar, el siguiente punto en las fases del modelo Addie nos invita a pensar en la estructura y contenido del curso.
De esta manera no solo podremos saber qué tipo de contenido hay que crear, sino como plantear el esqueleto de nuestra acción formativa, desde su introducción hasta la evaluación.
Desarrollo
En esta fase del modelo instruccional Addie se pondrán en común los recursos previstos y la estructura que hemos diseñado para poder alcanzar los objetivos propuestos con la formación. Así podremos ir generando el contenido necesario e ir valorando si realmente se ajusta a lo que se ha ideado en la fase de diseño.
La idea es dar forma, poco a poco, a nuestra acción formativa, teniendo siempre en cuenta si lo que va surgiendo se adapta a las metas previstas.
Implementación
Ahora, el método Addie nos invita a poner en marcha el plan que hemos desarrollado y empezar a impartir estos contenidos. Esta fase involucra directamente a los docentes, que son los encargados de impartir estas formaciones y hacer valer todos los recursos previstos.
El objetivo es que los alumnos conquisten todas las metas y conseguir que los alumnos se involucren con la acción formativa. Si el diseño de esta ha sido el correcto, los resultados serán efectivos. No obstante, hay que tener en cuenta que siempre debe haber margen para la flexibilidad y hacer cambios sobre la marcha si se aprecia que el resultado no está siendo el esperado.
Evaluación
Y por último, pero no por ello menos importante, nos encontramos la fase de evaluación. Aquí habrá que analizar si la acción formativa que hemos desarrollado ha estado a la altura de las metas propuestas y ha sido todo lo efectiva que esperábamos.
Para ello, no solo hay que fijarse en el rendimiento del alumno, si no en las opiniones que este puede dar sobre su experiencia. Por ejemplo, si los recursos que se le ofrecieron fueron de su agrado, es más, hasta si pudo encontrarlos con facilidad.
Aplicaciones del modelo Addie al eLearning
La aplicación del diseño instruccional es habitual en el sector eLearning. Si quieres apostar por el modelo Addie, te recomendamos empezar aprovechando todas las ventajas que la formación a distancia te ofrece. Por ejemplo, el análisis de uso de los recursos que hayas implementado en otros cursos.
Un ejemplo de aplicación del modelo Addie, en este caso, sería el análisis de clics a recursos como la apertura de un vídeo, o una infografía desplegable, además de tener en cuenta la cantidad de tiempo que el alumno pasa ahí.
En cualquier caso, la aplicación del diseño instruccional Addie al eLearning requiere de añadir un elemento más a la ecuación: el desarrollador de contenidos, quien debe colaborar junto al equipo docente y al de pedagogía, en especial a lo que análisis previo y evaluación final se refiere.
Conclusión
Aplicar el modelo Addie es una buena idea en tanto que conlleva una estrategia de diseño instruccional en el desarrollo de tus acciones formativas, algo que siempre es un plus para adaptar tus contenidos formativos a lo que esperan los alumnos.
Pero también hay que mencionar las ventajas del modelo Addie en tanto que ofrecen una perspectiva global de todo el proceso de desarrollo de una acción formativa. Eso sí, ten en cuenta que se trata de un plan de diseño instruccional que va a requerir mucho tanto en tiempo, como en inversión de recursos.
Por lo que si tus acciones eLearning deben implementarse en un corto espacio de tiempo, es mejor que apuestes por otras fórmulas de planificación.
Deja tu comentario