La evolución de la formación nos ha llevado desde la presencialidad, hasta la posibilidad de desarrollar estas acciones de enseñanza a distancia (eLearning). Sin embargo, ¿están reñidas las actividades físicas con las digitales? ¿Es posible combinar elementos de ambos entornos? La respuesta es no.
En la actualidad encontramos modalidades de formación denominadas blended learning, o b-learning, conceptos que hacen referencia a las estrategias que combinan elementos de la presencialidad y del formato online. Para que no exista ninguna duda sobre ambos términos, y las posibilidades que te ofrecen, en este artículo vamos a profundizar en ambos y vamos a explicarte qué son y qué posición tienen en la enseñanza.
¡Vamos a ello!
¿A qué llamamos blended learning?
El blended learning es un modelo de formación que combina el aprendizaje presencial con las actividades online a distancia. Es decir, a diferencia del eLearning, no se eliminan del todo los elementos presenciales y la tecnología sire de apoyo para mejorar la experiencia de enseñanza, y viceversa. Una sinergia entre ambas esferas que redunda en el alumno de manera positiva.
Por ejemplificar en qué consiste el blended learning, se puede pensar en cualquier carrera universitaria que además de las clases presenciales, ofrezca al alumno un campus virtual en donde complementar su formación a través de recursos en línea, foros en donde compartir visiones, etc. También se pueden proponer plataformas en las que subir trabajos, o en las que realizar pruebas de evaluación.
En el caso de la formación aplicada a la empresa, el B-learning se referiría a aquellas acciones de enseñanza en donde los trabajadores podrían acceder a los contenidos teóricos desde casa (organizándose los horarios a su antojo), y luego desarrollar prácticas en el ámbito laboral donde poner en marcha todo lo que ha aprendido.
Diferencias entre blended learning y B-learning
Blended learning y b learning hacen referencia al mismo concepto: acciones formativas que incorporan acciones presenciales y online. Por lo tanto, no existen diferencias entre ambos términos (más allá de la longitud).
Cuando se escucha hablar de B-learning hay que tener en cuenta que se está ante una contracción del término blended learning. Es decir, un modelo de formación que apuesta tanto por el aprendizaje presencial como el basado en el eLerning, buscando un equilibrio entre ambos con el fin de beneficiarse de ambas esferas.
Ventajas y desventajas de combinar formación presencial y online (Blended learning)
La evolución de la formación podría hacernos pensar que una vez superada la presencialidad, y alcanzada la etapa del eLearning, las acciones “cara a cara” quedarían en el pasado. Entonces, ¿por qué apostar por un modelo híbrido como el b-learning? La respuesta está en las ventajas que puede ofrecer al docente, ya que puede conseguir suplir algunas de las fallas del aprendizaje a distancia.
Ventajas |
Desventajas |
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Permite el contacto entre el docente y el alumno. El blended learning garantiza encuentros entre alumnado y cuerpo docente, facilitando la respuesta de algunas preguntas y garantizando un trato personalizado y cercano. | Restringe un espectro de alumnos. La faceta presencial del Blended Learning hace que no todos los alumnos puedan asumirlas. Por ello, a diferencia del eLearning, se acota a una zona geográfica en la que puedan participar los estudiantes residentes, o con capacidad de traslado. |
Favorece la participación. La presencialidad de algunas acciones formativas hace que el alumno supere el sentimiento de “lejanía” de las pantallas y sienta que forma parte de un grupo, motivándolos a ser un miembro activo y participativo del mismo. | Curva de aprendizaje más dura. Hay que tener en cuenta que en el blended learning el alumno debe moverse en dos ámbitos, el digital y el presencial, lo que significa adaptarse a dos estilos de formación distintos y al mismo tiempo. Esto se traduce en una dura curva de aprendizaje, en especial al principio. |
Mejora la comunicación. Las nuevas tecnologías permiten un contacto a distancia, pero gracias al factor de presencialidad alumnos y docentes pueden ponerse cara, dejan de ser unos desconocidos a los que ven a través de pantallas. De esta forma, se generara un clima de confianza que redunda en una buena confianza. | Posibilidad de que la experiencia quede lastrada. Dos esferas tan distintas como la presencial y la digital pueden verse lastradas si alguna de ellas falla. Por ejemplo, si la plataforma cae, es posible que determinado contenido a consultar no esté disponible de cara a una clase en persona |
Favorece el seguimiento en acciones presenciales. No hay que pensar en el blended learning, sólo, como esa modalidad de eLearning que incluye elementos presenciales. También puede ser a la inversa, es decir, formación física que tome características y desarrolle acciones digitales. De esta forma, se favorece el seguimiento del alumnado a través de plataformas virtuales y se puede tener una idea más actualizada de su estatus. | |
Refuerzo para el alumno. No todos aprendemos a la misma velocidad, ni de la misma forma, y por mucho que el eLearning favorezca que cualquier alumno se distribuya el tiempo de su formación, hay algunos puntos que pueden perderse. En este sentido, gracias al factor presencial del B learning, los docentes pueden prestar un apoyo total a los estudiantes, tanto en formato físico, como a través de las aulas virtuales. |
Formatos de b-learning (modelos)
El blended learning puede llevarse a cabo de diversas formas, siempre teniendo en cuenta el peso que la formación presencial, o a distancia, tenga el global:
- Modelo clásico: En este caso el blended learning desarrolla casi todo el proceso en formato presencial, y se vale de la esfera digital para acciones complementarias, recursos para enriquecer el aprendizaje, ofrecer foros colaborativos, o una plataforma a través de la que ir subiendo trabajos relacionados con el curso a desarrollar.
- Modelo rotativo (Flipped classroon): Las acciones tienen igual peso y se van alternando actividades presenciales con las digitales. Un ejemplo claro es el desarrollo de enseñanzas teóricas a través de una plataforma virtual de enseñanza y la parte práctica de un determinado curso en modalidad física.
- Modelo digital: En este caso la mayor parte de la formación se desarrolla en una plataforma eLearning y las actividades presenciales son las que tienen el carácter complementario. Un ejemplo claro es que los alumnos solo tienen que hacer acto de presencia física para realizar evaluaciones o asistir a tutorías “cara a cara”.
Elementos para empezar a desarrollar blended learning
Para empezar a desarrollar blended learning solo se necesita una plataforma a través de la que desarrollar las acciones a distancia y un espacio físico para el resto. Aunque, como veremos a continuación, se precisan de más de recursos para alcanzar un nivel óptimo:
- Plataforma eLearning: Es el centro de la faceta digital del blended learning. Aquí se incorporarán la mayoría de recursos digitales, desde autoevaluaciones, hasta material didáctico en diferentes formatos. Sin duda, es una pieza que no debe faltar si decides apostar por este modelo edicativo.
- Foros de discusión: Permiten que los alumnos, después de las clases presenciales, tengan un espacio en donde compartir impresiones y enriquecer sus visiones. También permitan que, en caso de no haber entendido o dominado algo en la plataforma eLearning, puedan solicitar la ayuda del resto de compañeros.
- Redes sociales: Al igual que los foros, las redes sociales permiten a los alumnos crear sinergias entre sí para resolver dudas o, incluso construir grupos de apoyo.
- Entorno físico: Es obvio, ¿no? El desarrollo de las acciones físicas debe tener lugar en un espacio físico.
- Habilidades de comunicación. A distancia la comunicación entre docente y alumno es más “fría”, pero cuando el blended learning se desarrolla de manera presencial sí que precisa de habilidades sociales para el trato “cara a cara” con los estudiantes.
Son herramientas tecnológicas modernas que necesitamos perfeccionarlos.